¡Hola!
Estaba yo en el trono, dándolo todo en mi sesión matutina de aguas mayores, cuando en lugar de mirar el móvil me dio por poner a funcionar el cerebro.
Un poco de introspección entre azulejos nunca viene mal.
Y justo ahí, en ese momento de reflexión profunda, recordé un anuncio absurdo que vi hace poco: unos zumos "detox" que prometían "limpiar el cuerpo de toxinas en 7 días".
Primero me reí.
Luego casi me atraganto—esta vez no con el café, sino con mi propia incredulidad.
No porque me sorprenda que sigan vendiendo estas cosas (ya hemos visto suficiente charlatanería disfrazada de bienestar como para inmunizarnos), sino porque la idea de que puedes "purificar" tu hígado bebiendo jugo "cucaracha madre reina de la Tupacampa" sigue vendiendo millones.
Y lo peor: la gente lo compra.
Así que hoy vamos a hacer algo mucho más útil.
Vamos a entender de verdad cómo el cuerpo se deshace de las toxinas.
Spoiler: lo hace solo, todos los días, sin necesidad de batidos mágicos, infusiones milagrosas ni dietas de "desintoxicación" que lo único que limpian es tu cuenta bancaria.
Para empezar, olvídate de la idea de que el hígado es un colador que se llena de suciedad y necesita una limpieza. La realidad es mucho más fascinante: el hígado es un laboratorio bioquímico altamente sofisticado que transforma toxinas en sustancias inofensivas para que el cuerpo las expulse.
Si fuera una fábrica de reciclaje, su trabajo sería recibir la "basura química" del cuerpo, procesarla y asegurarse de que salga sin causar problemas.
Y este proceso ocurre en tres fases clave: primero, desmonta las toxinas en compuestos más manejables; luego, las convierte en sustancias solubles en agua o grasa para que puedan ser eliminadas; y finalmente, las expulsa del cuerpo a través de la orina, las heces, el sudor o la respiración.
Imagina que quieres reciclar un coche viejo. No puedes simplemente tirarlo entero; primero hay que desmontarlo en piezas: ruedas, motor, chasis… Eso es exactamente lo que hace el hígado en la primera fase de detoxificación.
Para ello, utiliza un grupo de enzimas llamadas citocromo P450, que descomponen sustancias como el alcohol, los pesticidas, los fármacos y otros contaminantes ambientales.
Pero esta transformación no es inofensiva, porque muchas veces convierte las toxinas en sustancias aún más reactivas y dañinas.
Se generan radicales libres, esas moléculas inestables que pueden dañar nuestras células si no se neutralizan a tiempo.
Para que esta fase funcione correctamente, el hígado necesita ciertas vitaminas y antioxidantes que ayudan a gestionar el daño oxidativo, como la vitamina B2, B3, B6, B9 y B12, los flavonoides presentes en frutas y verduras y los aminoácidos azufrados como la cisteína y la metionina.
Sin estos nutrientes, el hígado no solo no puede descomponer bien las toxinas, sino que incluso puede generar productos aún más peligrosos sin poder neutralizarlos a tiempo.
Pero desmontar el coche no es suficiente: hay que empaquetar correctamente cada pieza antes de enviarla al vertedero.
En el cuerpo, esta segunda fase significa que el hígado convierte esas toxinas reactivas en sustancias solubles en agua o grasa, para que puedan ser eliminadas sin peligro.
Aquí entran en juego procesos como la glucuronidación, que une las toxinas a una molécula de ácido glucurónico para hacerlas solubles en agua; la sulfatación, que neutraliza hormonas y fármacos; la conjugación con glutatión, que desactiva toxinas peligrosas; y la metilación y acetilación, que modifican las moléculas para facilitar su eliminación.
Si esta fase no funciona bien, las toxinas "a medias" pueden quedarse circulando en el cuerpo, generando inflamación, fatiga y otros problemas.
Para evitarlo, el hígado necesita nutrientes como el glutatión, la taurina, la glicina, los sulfatos presentes en ajo, cebolla y brócoli, la colina para la producción de bilis, y minerales como el selenio y el molibdeno, esenciales para la eliminación de toxinas.
Si esta fase falla, las toxinas pueden quedar en un limbo peligroso, listas para causar daño en lugar de ser eliminadas.
Ahora que tienes las cajas bien selladas, hay que sacarlas del almacén y llevarlas al vertedero. En el cuerpo, esto significa que las toxinas tienen que ser expulsadas de manera eficiente.
Las rutas de eliminación incluyen la bilis y las heces para toxinas liposolubles, la orina para toxinas hidrosolubles, el sudor como vía secundaria y los pulmones para sustancias volátiles como el alcohol.
Para que este proceso se lleve a cabo sin problemas, el cuerpo necesita fibra, que ayuda a eliminar toxinas con las heces; agua, fundamental para los riñones; magnesio, que favorece el tránsito intestinal y la eliminación biliar; y ejercicio, que estimula la circulación y la eliminación de toxinas a través del sudor.
Ahora que sabes cómo funciona el hígado, tiene sentido que las dietas "detox" sean un engaño.
No necesitas limpiar un filtro, necesitas darle a tu cuerpo los materiales adecuados para que haga su trabajo.
Si alguna de estas fases falla por falta de nutrientes, el proceso se interrumpe y las toxinas pueden acumularse en lugar de ser eliminadas.
Así que, si realmente quieres optimizar la detoxificación de tu cuerpo, olvídate de los batidos verdes y concéntrate en lo que de verdad importa: comer suficientes proteínas, vitaminas del grupo B y antioxidantes, asegurar un buen flujo de bilis con alimentos ricos en colina y azufre, mantenerte bien hidratado y consumir suficiente fibra.
Y ahora viene lo interesante. Después de todo lo que hemos hablado sobre el hígado y su increíble capacidad para procesar toxinas, seguro que te preguntas: "Vale, ¿y ahora qué hago con esta información?" Porque una cosa es saber que el hígado necesita ciertos nutrientes para hacer bien su trabajo, y otra es asegurarse de que los estamos obteniendo todos los días. Y aquí es donde entra en juego PRODETOX.
Antes de que pienses que esto es otro suplemento milagroso de moda, déjame ser claro: esto no es magia, es bioquímica bien hecha.
No vengo a venderte humo, pero sí puedo decirte que, en mi experiencia y la de muchas personas cercanas (incluida la familia), darle al hígado los nutrientes que necesita marca una diferencia real en cómo te sientes cada día.
Yo lo que más noto, es mayor energía, este efecto es casi inmediato. Duermo mejor y mi estado de ánimo cambia a mucho mejor. Pero he visto como baja la tension a gente que necesita medicamentos para conseguir esto, he visto gente que recupera las erecciones mañaneras perdidas (síntoma de falta de energía o algun problema hormonal) y gente que por fin duerme una noche entera despues de años.
Como decía Hipócrates: "Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento".
PRODETOX es un suplemento formulado específicamente para aportar los cofactores esenciales que permiten que las fases I, II y III del hígado funcionen de manera óptima. Contiene NADH, clave para la producción de energía celular; N-Acetilcisteína (NAC), precursor del glutatión; y colina, esencial para la producción de bilis. También incluye magnesio, zinc, selenio, molibdeno, glicina, taurina y vitaminas del grupo B en sus formas más biodisponibles para garantizar que el cuerpo las absorba y utilice eficazmente.
Quiero dejar algo claro: no tengo ninguna relación comercial con la empresa que fabrica PRODETOX.
No me pagan por recomendarlo, no recibo comisiones por ventas y ni siquiera tengo descuentos cuando lo compro.
Lo uso porque funciona, simple y llanamente. No creo en soluciones milagrosas ni en suplementos que prometen lo imposible, pero sí creo en la bioquímica y en darle al cuerpo lo que necesita para hacer bien su trabajo.
Yo lo utilizo dos o tres veces al año, en momentos estratégicos (post San Fermín o post Navidad), para asegurarme de que mi hígado tiene todo lo necesario para funcionar de manera óptima.
El resto del tiempo, me ocupo de que no le falte de nada a través de la alimentación y una suplementación adecuada. Mi consejo no pedido de hoy es que te ocupes de tu hígado pero que no te preocupes. Ahora ya lo conoces y sabes que es lo que hace y necesita.
Si después de leer todo esto sientes que te vendría bien darle un empujón a tu sistema de detoxificación, aquí te dejo el enlace para que puedas ver más detalles o hacerte con él: PRODETOX - Más info y compra.
Como decía Leonardo da Vinci: "La simplicidad es la máxima sofisticación". Así que ahí lo tienes. Si quieres optimizar tu detoxificación real, ahora sabes cómo hacerlo. Y si decides probar PRODETOX, ya me contarás qué tal te va.
Siempre tuyo,
Trina